José Vicente Rojas Bermúdez
La educación ha sido y será un subsistema trascendental en el desarrollo de las sociedades, es por esto que las instituciones de educación deben estar efectivamente estructuradas y poseer ambientes armónicos que propicien el mejor desempeño. Entre las señaladas instituciones de educación, se encuentran las de educación superior, quienes desempeñan un rol valioso formando el recurso humano capacitado para responder oportunamente a las necesidades de las sociedades.
En la actualidad, las mencionadas instituciones de educación superior se encuentran en un momento crucial, influenciadas por los distintos movimientos sociales, tecnológicos, culturales, políticos, ambientales, económicos, entre otros, que generan en la estructura de dichas instituciones ciertos climas educativos de desestabilización e incertidumbre. Estos climas educativos, guardan estrecha relación bidireccional con el liderazgo ejercido por las autoridades en la gestión de las respectivas instituciones. Con base en lo indicado, se pretende evaluar la relación liderazgo – clima educativo y proponer un modelo de liderazgo que genere climas adecuados para el desempeño de las complejas funciones que le corresponden a las instituciones de educación superior.
En concordancia con lo mencionado, Rojas (2006) comenta que en la medida que la competitividad sea un elemento fundamental en el éxito de toda organización, los gerentes o líderes necesariamente deben basar sus acciones y estrategias en los nuevos esquemas gerenciales y en correspondencia con las demandas y exigencias del entorno actual. (p.4), en tal sentido, el objeto de estudio identificado, constituye uno de los tópicos que resaltan entre las necesidades más urgentes de desarrollo que demanda el país y la región latinoamericana en general, para fomentar un ambiente educativo armónico que propicie el crecimiento académico, cultural y social que se requiere.
Fundamentos Epistemológicos
El presente apartado, constituye la fundamentación epistemológica que orienta la construcción de conocimiento en relación con el liderazgo de las autoridades y clima educativo en instituciones de educación superior.
Para abordar la investigación, la estrategia se soportará de manera integrar partiendo de una visión cuantitativa y cualitativa de investigación social. La práctica mencionada se enmarca dentro de lo que conoce como Triangulación, la cual “se refiere al uso de varios métodos (tanto cuantitativos como cualitativos), de fuentes, de datos, de teorías, de investigadores o de ambientes en el estudio de un fenómeno” (Okuma y Gómez, 2005, p.119). Asociado con lo mencionado, Arias afirma que “lo racional en esta estrategia es que la flaqueza de un método constituye las fortalezas de otro; y con combinación de métodos, los observadores alcanzan lo mejor de cada cual, superan su debilidad.” (1999).
Con respecto al método cuantitativo de investigación social, “(…) también denominado distributivo, trata de describir y explicar los hechos sociales desde sus manifestaciones externas.” (Rubio y Varas; 1999: 229). En razón, que el objeto de estudio (liderazgo y clima organizacional, expresado en indicadores objetivos) se ubica en el plano manifiesto de la realidad social, constituyendo hechos externos en su exterioridad material.
Bajo esta concepción teórica, el método cuantitativo concibe el mundo social como un sistema de regularidades empíricas y objetivas que tienen la propiedad de ser observables, medibles y replicables. En esta perspectiva Damiani (1997), refiere el estudio del conocimiento científico a la reflexión sobre la naturaleza de la ciencia, es decir:
El término epistemología deriva etimológicamente de la palabra griega episteme que significa “conocimiento verdadero”; la epistemología reflexiona sobre la acción de conocer y el conocimiento supone la búsqueda de la verdad, o sea, de un juicio que es el resultado de la concordancia entre el lenguaje, el pensamiento y la realidad. Desde la epistemología del conocimiento aspira a la adquisición teórica, verdadera de la realidad, en oposición a la creencia, a la “doxa”, a la opinión; términos que no implican la idea de la pesquisa de la verdad. (p.31).
El presente estudio se apoya en el positivismo para alcanzar su objetivo fundamental. En el mismo sentido, en la presente investigación se pretende formular una definición precisa del objeto de estudio, por ello se asume el realismo, que es un importante elemento del enfoque epistémico al cual se acoge esta investigación, como factor fundamental para alcanzar la objetividad. En este orden de ideas, Briones (2002) hace una clasificación de lo que es el realismo:
Dentro del realismo gnoseológico se distinguen tres versiones: 1) el realismo ingenuo para el cual el conocimiento es una reproducción exacta de la realidad; 2) el realismo crítico, que afirma que no podemos aceptar sin crítica el conocimiento dado por los sentidos, pues debemos someter a examen tal conocimiento para comprobar en qué medida corresponde a la realidad tal cual ella se da; tal examen acerca este tipo de realismo al racionalismo; y 3) el realismo científico para el cual es la ciencia la que proporciona el mejor conocimiento de la realidad; en ella, la razón y la experiencia se necesitan para conocer la verdad. Según su principio básico, el racionalismo científico rechaza otro tipo de conocimiento que pretenda tener el valor de verdad, como el conocimiento ordinario, el conocimiento religioso, el conocimiento místico y el metafísico (p. 25).
Lo expresado permite establecer un compromiso epistémico con el realismo científico, el mismo soporta desde una postura empírica la obtención de datos desde la realidad misma y desde una racional.
En relación con la fundamentación cualitativa, se pretende complementar el abordaje del objeto de estudio para definir el mismo de una manera más amplia. En relación con lo anterior, “en un proceso de investigación social, lo que se busca es comprender el fenómeno, lo más cerca posible a la realidad que viven los sujetos inmersos en este, y esa comprensión no se logra en su totalidad si se percibe desde pequeñas miradas del investigador” (Murcia y Jaramillo, s/f). En este sentido, se empleará la fenomenología, concebida de manera general, como “la exigencia de ir a las cosas mismas” (De la Cruz, s/f).
Referencias Bibliográficas
Arias, M. (1999). Triangulación Metodológica: sus principios, alcances y limitaciones. [Documento en línea]. Disponible en: http://www.robertexto.com/archivo9/triangul.htm. Consultado: 30-01-2011.
Briones G. (2002). Metodología de la Investigación Cuantitativa en las Ciencias Sociales. Instituto Colombiano para la Educación Superior. Bogotá. Colombia.
Damiani, L. (1997). Epistemología y Ciencia en la Modernidad. Caracas: Ediciones FACES-UCV.
De la Cruz, A. (s/f). El Giro Hermeneútico de la Fenomenología: De Husserl a Heidegger. [Documento en línea]. Disponible en: http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/cruz38.pdf. Consultado: 31-01-2011.
Murcia, N. y Jaramillo, L. (s/f). La Complementariedad como Posibilidad en la estructuración de Diseños de Investigación Cualitativa. [Documento en línea]. Disponible: http://www2.facso.uchile.cl/publicaciones/moebio/12/murcia.htm (29 enero, 2011)
Okuda, M. y Gómez, C. (2005). Métodos en Investigación Cualitativa: triangulación. Revista colombiana de psiquiatría, año/vol. XXXIV, número 001. Asociación Colombiana de Psiquiatría. Bogotá-Colombia. Pp. 118-124. [Revista en línea]. Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/pdf/806/80634108.pdf. Consultado: 02-02-2011.
Rojas, M. (2006). Perfil Gerencial de los Directores de Carreras del Instituto Universitario de Tecnología Antonio José de Sucre. Extensión Barinas. Trabajo de grado para optar al título de magister. Universidad Fermín Toro, Barinas.
Rubio, M. y Varas, J. (1999). El Análisis de la Realidad en la Intervención Social. (2ª ed.). Madrid: Editorial CCS.
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