Doctorante: MSc. Marlin Zambrano
Aunque la consideración sobre el tema de los valores es relativamente nueva y se habla constantemente de ello, en el campo de la educación, éstos están presentes desde los inicios de la humanidad. Para el ser humano siempre han existido eventos valiosos: el bien, la verdad, la belleza, la felicidad, la virtud; sin embargo, el criterio para darles valor ha variado a través de los tiempos y la evolución de las culturas.
Se puede valorar de acuerdo con criterios estéticos, esquemas sociales, costumbres y tradiciones, principios éticos y morales o, en otros términos, por el costo, la utilidad, el bienestar, el placer, el prestigio. De allí, que el tema de los valores concierne a todos los miembros de una sociedad y más aún dentro del proceso educativo de la misma.
Visto de esta forma, para la formación ciudadana de seres humanos que puedan convivir sanamente se necesita asumir valores comunes a ellos y universales a todos. Es por ello que desde los griegos hasta hoy día es una causa de reflexión y de trabajo, debido a la importancia de la formación de valores, ya sea en el ámbito personal, familiar, escolar y social.
En este sentido, la ética y los valores constituyen una parte fundamental en la conducta del ser humano, es por ello que los sistemas educativos de las sociedades están avocados en la formación de valores, porque ello se traduce en ciudadanos útiles a las naciones. Uno de los pilares fundamentales para el cambio es la educación, específicamente en las aulas, porque son verdaderos espacios de construcción de los valores formando futuros ciudadanos, donde los docentes son los actores principales de este cambio.
Sobre este particular, se toma como referencia lo planteado por Camps (2006),
La educación es necesariamente normativa. Su función no es sólo instruir o transmitir unos conocimientos, sino integrar en una cultura que tiene distintas dimensiones: una lengua, unas tradiciones, unas creencias, unas actitudes, unas formas de vida.
Todo lo cual no puede ni debe transcurrir al margen de la dimensión ética que es, sin duda, el momento último y más importante no de esta o aquella cultura, sino de la cultura humana, universal. Educar es, así, formar el carácter, en el sentido más extenso y total del término: formar el carácter para que se cumpla un proceso de socialización imprescindible, y formarlo para promover un mundo más civilizado, crítico con los defectos del presente y comprometido con el proceso moral de las estructuras y actitudes sociales.
Lo planteado, conduce a señalar que las sociedades deben formar valores y es el sistema educativo uno de los ámbitos adecuados para la formación de éstos. Si se trabaja con los estudiantes de manera sistematizada e intencional, para fomentar una escala de valores sociales adecuada a su contexto y de actitudes coherentes basados en la formación autónoma de la personalidad para una convivencia estable, se puede contribuir a lograr una ciudadanía más consciente y más activa socialmente, más adaptable y competitiva en un entorno social y económico cambiante, pero también más solidaria y justa.
En este orden de ideas, lo que se busca es una educación orientada a fomentar los valores que vinculada al currículo del sistema escolar, se convierta en un medio para impulsar la relación entre la escuela y su entorno, permitiendo a la institución escolar mayor apertura a la vida social y comunitaria. También facilita la formación de ciudadanos consustanciados con los cambios y las transformaciones, comprometidos con una vida en paz, con las responsabilidades de pertenecer a una comunidad, al desarrollo de su entorno social, a la preservación y construcción de su ambiente.
El problema se plantea cuando se observa en Venezuela de parte de los estudiantes, docentes, representantes y miembros de la sociedad conductas no acorde a los valores universales ni a los fundamentales de la nacionalidad, ejemplo: identidad, entre otros; y los contextuales como el respeto a los demás, a las cosas o bienes materiales y a la vida; el cumplimiento en cuanto a sus deberes escolares, familiares y sociales; ejecución de actos de violencia entre ellos, para con los demás, e incluso para con los bienes e inmuebles; entre otras, y es la escuela uno de los entes responsables en la formación y afianzamiento de dichos valores.
En función de esto los actores del proceso educativo venezolano requieren desarrollar competencias para cumplir con su función orientadora, y es allí donde esta propuesta tiene cabida. Tomando en consideración estas apreciaciones, se plantean como interrogantes: ¿Cuál es la situación en cuanto a valores de los docentes, estudiantes, representantes, personal administrativo y obrero de las Escuelas?, ¿Qué importancia tiene la dimensión de los valores en la labor docente en las aulas de clases?, ¿Cómo se fundamenta ontológica, gnoseológica y epistemológicamente la formación en valores?, ¿Cuál es la factibilidad técnica, económica, institucional, social y educativa del modelo a crearse?
Como objetivos, se formulan los siguientes:
Objetivo General
Concebir un modelo de intervención socioeducativa desde la perspectiva constructivista para la promoción de valores éticos en las instituciones educativas del Eje Parroquial Central 2-B de la parroquia Ramón Ignacio Méndez, municipio Barinas estado Barinas.
Objetivos Específicos
1. Caracterizar la situación en cuanto a valores de los docentes, estudiantes, representantes, personal administrativo y obrero de las Escuelas adscritas al Eje Parroquial Central 2-B de la parroquia Ramón Ignacio Méndez, municipio Barinas estado Barinas
2. Analizar la importancia de la dimensión de los valores en la labor docente en las aulas de clases.
3. Determinar los fundamentos ontológicos, gnoseológicos y epistemológicos de la formación en valores.
4. Establecer la factibilidad técnica, económica, institucional, social y educativa del modelo a crearse.
5. Crear un modelo de intervención socioeducativa desde la perspectiva constructivista para la promoción de valores éticos de la población que integra la comunidad educativa en las instituciones educativas del Eje Parroquial Central 2-B de la parroquia Ramón Ignacio Méndez, municipio Barinas estado Barinas.
En este sentido, la importancia que revista la indagación a realizarse, se orienta hacia la innovación y el carácter vivencial de los valores universales y contextuales de la sociedad venezolana como en un todo a la escuela, la familia y la sociedad, permitiendo poner en palabras la dimensión emotiva de las experiencias, en el quehacer cotidiano y en hechos concretos. En definitiva, esta reflexión de experiencias concretas sobre modos alternativos de convivencia escolar posibilita la producción de estrategias de resolución de conflictos, con la participación de todas las partes involucradas, generando alternativas de mediación para dar respuesta a todo acto de indisciplina en el aula, como también atender la diversidad en la escuela y aprender a convivir en el marco de una escuela pluralista y solidaria que se acomoda a las diferencias, las atiende y hace de la diversidad un valor positivo, dando un aporte a las entidades educativas venezolanas.
De allí, que el problema a investigar se define en el marco de la triangulación metodológica (cuantitativo, cualitativos y holística), conociendo las dificultades naturales e identificando la necesidad de una integración de las mencionadas aproximaciones investigativas.
Según Hurtado (2000) en la investigación holística no hace diferenciación entre las metodologías: cuantitativa y cualitativa, porque considera a las mismas como la forma en que se codifica la información, es decir, con las técnicas de recolección y análisis de datos, no aludiendo a ningún modelo epistémico en particular, ni a tipo de investigación. Así, la metodología cuantitativa tiene por objeto el describir y analizar objetivamente la realidad; es decir, a través de este método de investigación como se pueden recoger información referida a hechos, acontecimientos, opiniones y valores del público objetivo del sondeo que se ha elaborado.
Por otra parte, se debe recordar que la investigación cualitativa se caracteriza por ver las cosas desde el punto de vista de las personas que están siendo estudiadas. De esta manera el papel de los investigadores es entender e interpretar qué está sucediendo y ello se convierte en una tarea difícil, de un lado porque los investigadores no pueden abstraerse totalmente de su propia historia, de sus creencias y de su personalidad y de otro, por la complejidad de los fenómenos humanos.
No obstante, al considerar los aspectos señalados, es mi parecer que desde el punto de vista propiamente metodológico de esta investigación, la que mejor se adecua a sus propósitos es la metodología de investigación-acción. Esta propuesta metodológica considera la investigación-acción como sinónimo de investigación aplicada.
En efecto, tal como lo señala Serrano (l990) “en la investigación en la acción existe un principio fundamental que afirma que el sujeto es su propio objeto de investigación” (p. 25); así la transformación de la realidad investigada supone una transformación del mismo investigador; es decir, la acción aparece vinculada a lo afectivo y a lo cognitivo, donde el sujeto siempre está comprometido en el proceso de aprendizaje, en la investigación, en forma afectiva e ideológica.
De allí, que percepción y acción no pueden darse separadamente, constituyen una totalidad en permanente estructuración, como fue analizado en el marco metateórico, específicamente desde la perspectiva enactiva y encarnada del aprendizaje. Conforme a esta concepción al investigar la realidad el hombre se hace así objeto de su propia conciencia y el mismo proceso le posibilita avanzar en el camino de investigación de la realidad.
Además, que para el desarrollo de la investigación se ha realizado el siguiente arqueo bibliográfico:
Bolívar, A. (1992) La evaluación de valores y actitudes. Madrid: Anaya,
Camps, V. (2006), Hacer Reforma. Los Valores de la Educación. Documento recuperado http://www.monografias.com/trabajos15/valores-educacion/valoreseducacion.shtml (Consulta: Enero 12, 2010)
Carven V, (2003) Los valores educacionales. Edit. Magisterio Bogotá Colombia.
Cayetano, R (2003) El desarrollo de los valores estudiantiles en el nivel superior. Edit. Aproupel Maracay Estado Aragua.
Corominas, F. (2007) EDUCAR HOY, Colección Hacer Familia, Décima Primera Edición. Madrid. España. Ediciones Palabra.
Cubillos, L. (2004) Material de Apoyo: Taller de Desarrollo Moral y Educación. Caracas. Venezuela.
De la Caba, M. (2004) Desarrollo de Valores Grupales: Una Experiencia de Intervención en E.G.B. desde la Perspectiva Constructivista. España. Editorial Argitarapen Zerbitzua.
Follari, Roberto A. (2003). Ética y educación en la contemporaneidad. Revista de Ciencias Sociales. Vol. IX, No 1. Maracaibo-Venezuela.
Hurtado, ; J.(2000) Metodología de la Investigación Holística. 3era Edición; Caracas; Editorial Sypal/IUTC.
Marín, T. (1993). El constructivismo en el aula. España: Editorial Graó.
Meirieu, P. (1992) El camino didáctico, en Aprender Sí, pero ¿Cómo?, Octaedro, Barcelona
Muñoz, J. (2006) El pensamiento Creativo. Editorial Octaedro, España.
Pea, R. (2003) “Prácticas de inteligencia distribuida y diseños para la educación”, en: SALOMÓN, Gavriel (Comp.): Cogniciones distribuidas. Buenos Aires: Norma.
Piaget, J. (1984) El Criterio Moral en el Niño. Barcelona. España. Editorial Martínez Roca.
Piaget, J. (1969) Psicología del Niño. Madrid. España. Editorial Morata.
Reguero, B. (2005) La Reflexión de lo Social a través del Discurso Axiológico. Documento recuperado http://catedradh.unesco.unam.mx/ver2000/valhtm1.htm
Salas de Molina, Doris (1998). Estudio teórico sobre valores y formación docente. Encuentro Educacional. Vol. 5,No 1. Venezuela.
Uzcátegui, R. (2006). La Educación en Valores, Consideraciones a un Tema Complejo en Tiempos de Crisis. Manuscrito no publicado. Universidad Central de Venezuela, Facultad de Humanidades y Educación, Comisión de Estudios de Postgrado, Doctorado en Humanidades. Caracas.
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