GERARDO OTALVAREZ
El sacerdocio, más que un rol, es un estado de vida. El Sacramento del Orden "imprime carácter", lo que significa que su eficacia se da en un plano ontológico. No obstante, se hace difícil especificar aquello que en el plano ontológico, no en el de la misión, distingue al sacerdote ordenado del fiel laico que participa del sacerdocio común por medio del bautismo. Por tradición, magisterio, y por derecho canónico, el sacerdote ejerce un rol, vale decir, cumple con una serie de funciones y cuenta con determinadas atribuciones, y en ese sentido, puede ser comparado analógicamente a cualquier profesional. De hecho, gran parte del tiempo, los seminaristas lo ocupan en estudios a nivel universitario, organizados en torno a un currículo. Es quizás este el terreno donde se ha generado más debate, y se han intentado implementar algunas innovaciones en ciertos seminarios y centros de formación. Es el punto de encuentro en la discusión de los formadores del Seminario Nuestra Señora del Pilar de Barinitas. Algunos formadores y rectores, preocupados por la disminución de vocaciones y por los acelerados cambios culturales y de estilo de vida, se preguntan si son pertinentes los contenidos entregados, si no hubiese que agregar otros cursos, si el currículo se corresponde con las exigencias actuales y con la misión del sacerdote egresado de sus aulas.
Dicho de manera muy secular, si el sacerdocio es un oficio, es correcto e importante preguntarse por los cambios y las necesidades del nuevo "mercado laboral", por los desafíos del contexto cultural emergente, por las expectativas de los fieles, y tratar de responder a las necesidades de los tiempos.
Miranda G (2010) plantea, cabe preguntarse qué tareas le son inherentes al sacerdote y cuáles delegables. Qué habilidades, actitudes y conocimientos debería poseer un egresado del seminario, y pedagógicamente, cuáles son los métodos más eficientes para desarrollarlos. Esto también incluye la pregunta por la selección de los candidatos, en especial, por las contraindicaciones. Para Miranda (2000), una parte de la formación de un sacerdote, entonces, se puede concebir con los mismos criterios con los que se elabora una carrera profesional. De este primer momento se desprenden tres elementos claves a tener en cuenta en la presente investigación: el sacerdocio ministerial, la formación sacerdotal y la evaluación curricular, que a su vez se convierten en las variables de investigación.
Se comenzará por desarrollar el contexto conceptual sobre el sacerdocio ministerial ya que históricamente aparece en primer lugar el ejercicio del sacerdocio antes que la preparación formal del mismo y la aparición de los seminarios como escuela de formación superior y para ello se tendrá en cuenta la reflexión teológica del magisterio de la Iglesia contenida en el pensamiento de algunos autores como Juan Pablo II (1992) en su encíclica Pastores Dabo Vobis; los decretos del concilio vaticano II (1965): Presbiterorum Ordinis y Optatam Totius entre otros.
Para los aspirantes al sacerdocio, la Iglesia ofrece un proceso de formación en el que van asumiendo un perfil propio según el momento histórico y el contexto social. Dicho proceso de formación se realiza en el seminario, el cual es una casa de formación para jóvenes y adultos que de manera voluntaria y aceptados por las autoridades eclesiásticas de la Iglesia Católica, inician un itinerario de estudios que los conduce al ministerio sacerdotal. Tal itinerario se conoce como el proceso de formación sacerdotal, y consta de dos etapas: la primera, comprende los estudios de filosofía y la segunda, los estudios de teología. En este segundo momento es imperativo recurrir a las normas básicas de la formación sacerdotal en Venezuela publicada por la Conferencia Episcopal Venezolana.
La Conferencia Episcopal Venezolana, en lo sucesivo CEV (1998) señala: “a los candidatos se les proporcionará una solida preparación filosófica y en las ciencias humanas, que les posibilite un conocimiento serio y “amoroso de la verdad” del hombre, del mundo y de Dios, para que, inmersos en su tiempo sean capaces de evangelizar la cultura” (p.117). La formación se nos presenta plural y abierta, como un derecho y un deber, como un proceso y un resultado. Es de esperar que a mayor información mejores sociedades, colectivos y ciudadanos. UNESCO (1985), Delors, J. (1996), Morin, E. (2000)
Entendido así, el seminario es una institución de educación superior que se rige por los intereses propios de la Iglesia Católica adherido a la normativa jurídica del país y a las exigencias de la educación universitaria. Está inmersa la formación sacerdotal en una época de cambios y transformaciones permanentes que llevan a revisar y cuestionar nuestras acciones casi cotidianamente. En consecuencia se plantean los siguientes objetivos o metas que se proponen a través de la presente investigación.
Objetivo General
Proponer un modelo de evaluación para la mejora del currículo en la formación sacerdotal en el Seminario Nuestra Señora del Pilar.
Objetivos específicos
1. Detectar necesidades en el proceso de formación sacerdotal del Seminario a través de un proceso de diagnostico y análisis del diseño curricular vigente.
2. Conceptualizar los elementos de la formación sacerdotal de una propuesta de Estructura Curricular.
3. Conceptualizar los elementos de una propuesta de Estructura Curricular.
4. Presentar una aproximación a un modelo de evaluación curricular, en función de una propuesta de Estructura Curricular, en sus diferentes etapas: Fundamentación, Diseño, Planificación, Elaboración, Operación y Evaluación.
En la actualidad no se trata de formar en el Seminario solamente un sacerdote teórico o un especialista. La formación sacerdotal tiene que dar respuesta a las exigencias sociales de la época; a egresar sacerdotes que conozcan su realidad y contribuyan a darle solución a sus problemas y desafíos, y a hacerla progresar. De ello se desprende la urgencia de reflexionar sobre el currículo en el seminario Nuestra Señora del Pilar, reflexión que clama por el dominio técnico-didáctico de los docentes, quienes están llamados a ser los principales protagonistas de este proceso
El currículo puede considerarse como un proyecto prospectivo cuya implementación busca alcanzar determinados objetivos. Pero también el currículo en su estructura contiene los elementos que han de desarrollarse para cumplir con los propósitos establecidos.
El presente proyecto de investigación se propone establecer una aproximación a un modelo para evaluar el currículo del Seminario Nuestra Señora del Pilar, como institución de educación superior para la formación de los sacerdotes de la diócesis de Barinas y tiene como punto de partida la definición de evaluación curricular, de una propuesta acerca de la estructura curricular pasando por una fase de diagnostico a través de una serie de entrevistas hechas a especialistas de diseño curricular, a los docentes del institución y a los estudiantes. Algunos autores utilizan el término modelo para el diseño de estructuras que sirvan para responder a un proyecto para la acción (De la Torre, 1991).
Así pues, la evaluación institucional es indispensable si se quiere mantener o acercarse al máximo hacia la calidad de la formación sacerdotal que el seminario desea ofrecer y que la Iglesia y la sociedad necesitan. Esta evaluación debe ser integral, continua y permanente, constituye según Arrendano (1991) el “eje fundamental en la estrategia para modernizar la educación superior”, cuyas estrategias permiten de acuerdo a Salcedo (1993) “apreciar los resultados de la acción institucional”.
La evaluación curricular se enmarca dentro de la evaluación universitaria con el fin de mejorar la calidad educativa, también se puede afirmar que esta problemática no es nueva. La teoría curricular según Díaz Barriga (1991) comienza a realizarse a partir de la Segunda Guerra Mundial con teóricos como Tyler (1949), Bloom (1956), Pager (1961), Bruner (1961), Taba (1962).
Para hacer efectivo el proceso de formación sacerdotal se requiere de un modelo curricular que oriente toda la actividad educativa en la capacitación del futuro sacerdote, teniendo en cuenta las consideraciones de la CEV (ob. cit) “usando medios pedagógicos adecuados y variados para la enseñanza de la filosofía deberá suscitarse en el formando, un interés por estos estudios, que tendrán un plan sistemático progresivo, con objetivos claros, que le permitan tener una visión de conjunto y le capacite ulteriormente para elaborar su propia síntesis.” (p.118), por la misma recomendación de la CEV, se exige un modelo valido.
Para Hernández, Oñate y Bárraez (1998) “La validez interna de un Diseño Curricular garantiza a la institución la calidad del producto que egresa, el cual ha de ser de alta calidad humana, acorde con las exigencias científicas, humanísticas, económicas, sociales, políticas y culturales actuales y futuras del país”, por ende, el Seminario debe evaluar su currículo para responder a las exigencias de la formación.
El diseño conceptual en la evaluación del currículo para la formación integral del sacerdote en el contexto actual de la diócesis de Barinas se concibe a partir de la selección de los conceptos fundamentales de cada una de las disciplinas que recibe el seminarista durante su formación. Esta perspectiva supone un currículo integral que potencie la integración y el carácter interdisciplinar entre los diferentes contenidos y las diferentes áreas de la formación sacerdotal.
La descripción de esta aproximación pasa por la presentación de las dimensiones y criterios, sobre la formación sacerdotal así como la presentación conjunta de la Estructura Curricular junto con las Dimensiones-Criterios tanto de la educación universitaria como de la formación sacerdotal. A través del fundamento epistemológico se buscará presentar un esquema de la aproximación al modelo con un conjunto de orientaciones para aplicar el modelo respectivo.
El fundamento epistémico, bajo el cual se va a desarrollar la investigación, se inscribe dentro de la perspectiva epistemológica del construccionismo para la cual, según Sandín (2003), el significado emerge de la interacción con la realidad: “El significado no se descubre, sino que se construye.” Lo cual implica desde ya un diagnostico para evaluar la dimensión intelectual en el proceso de formación de los seminaristas en el Seminario
El construccionismo, según el mismo autor, dirige su atención hacia el mundo de la intersubjetividad compartida, y la construcción social del significado y el conocimiento, hacia la generación colectiva del significado. Los sujetos de evaluación y construcción del currículo acompañados por el investigador son en consecuencia el equipo de formadores, los docentes, los seminaristas.
Modelo Institucional de Evaluación Curricular (General)
A continuación se presenta el Modelo antes mencionado, el cual se transcribe de manera textual en algunas de sus partes, para tener referencia en el diseño del modelo que requiere el Seminario.
Este Modelo de Evaluación Curricular es el producto de estudios realizados por el Dr. Manuel Castro Pereira, quién lo fundamenta en la investigación evaluativa, diagnóstica y prospectiva, como. método concreto de evaluación (UNA, 1984).
Sobre el origen y fundamento teórico de este modelo, el autor especifica que"...... se encuentra en el modelo de control y ajuste permanente del currículum"; propuesto por el mismo en la Universidad de Toulouse, Francia, en 1981.
En relación con su modelo, Castro Pereira (1984), señala que: "La característica fundamental de este modelo es que utiliza la investigación evaluativa como su eje central, aunque ésta consume más tiempo y recursos que las evaluaciones que se basan simplemente en la intuición u opinión, no obstante, permite alcanzar un mayor rigor y objetividad, especialmente importantes cuando se deben tomar decisiones acerca de hechos o fenómenos complejos y difíciles de observar y cuantificar" (11).
Los hechos y fenómenos educativos ameritan -un Modelo metodológico de evaluación curricular que brinde apoyo, tanto objetivo como racional, en las decisiones a tomar por las instituciones que administran dichos hechos. En este sentido, el autor expresa lo siguiente: "La evaluación de un currículum supone un proceso en el que están involucrados gran número de individuos, los cuales se relacionan fundamentalmente por medio del proceso de enseñanza aprendizaje, de allí que la evaluación curricular debe ser un proceso de toma de decisiones constante y dinámico, que permita una comunicación clara y precisa entre los participantes de dicho proceso. Este enfoque también presupone que todo currículum debe ser el resultado de una planificación adecuada" (12).
Un principio de este modelo es, según su autor, el hecho de que:
1. El Diseño curricular es una estrategia de planificación para la formación de los recursos humanos.
2. El currículum es un producto de tres niveles operativos de la estrategia de planificación articulados entre sí, Macro PERFIL, Meso PERFIL y Micro PROGRAMA(S) y su proceso administrativo que está conformado por todas las situaciones y estrategias de enseñanza-aprendizaje (docencia, investigación extensión), en las que están involucrados los educandos, los educadores, el personal administrativo, de apoyo y mantenimiento de una institución educativa -y que están enmarcadas en algún tipo de planteamiento educativo que a su vez responden a un modelo teórico del currículum para lograr el perfil establecido (13).
Por tratarse de una investigación evaluativa, se procederá a la interpretación del hecho educativo en la formación sacerdotal y el análisis del currículo actual en el seminario. Por lo tanto, la perspectiva teórica que se asume es la del interpretativismo, por medio del cual se busca la comprensión del significado de los fenómenos sociales. Filosóficamente se recurrirá a las corrientes que iluminan esta teoría, tales como la Hermenéutica, la Fenomenología y el Interaccionismo Simbólico.
La Hermenéutica significa interpretar o comprender. La fenomenología es una corriente que aporta la experiencia subjetiva de los hechos tal como se perciben. El Interaccionismo Simbólico es una corriente del pensamiento que sostiene que la experiencia humana está mediatizada por la interpretación que las personas realizan en interacción con el mundo social. Estas tres corrientes sirven de fundamento gnoseológico a esta investigación.
Esta es una investigación de tipo evaluativa, de carácter descriptivo basada en la revisión documental aplicada, con el objetivo de realizar la evaluación del Diseño Curricular para la formación sacerdotal en el seminario Nuestra Señora del Pilar, a nivel macro, meso y micro, utilizando el Modelo de Evaluación Curricular del Dr. Manuel Castro Pereira (1984), de amplia trayectoria como instrumento útil en la evaluación del currículo de diferentes instituciones de educación universitaria en Venezuela, y como se acotó al principio, aplicándolo e manera analógica a la misión del Seminario como institución de educación universitaria.
Se corresponde con un modelo de investigación cualitativa, que según Cerda (1995), se caracteriza por los siguientes aspectos:
“(a) la interpretación que se da de una situación social no puede ser captada completamente por la estadística o las matemáticas, (b) utiliza preferiblemente la inferencia inductiva y el análisis diacrónico en los datos, (c) utiliza los criterios de credibilidad, transferibilidad y confirmabilidad como formas de hacer creíbles y confiables los resultados de un estudio, (d) utiliza preferentemente la observación y la entrevista a profundidad como técnicas en la recolección de la información, y (e) centra el análisis en la descripción de lo situación social observada”.
Al respecto, Sampieri (2003), señala que a través de la metodología cualitativa con base a sus técnicas, se penetra en la intimidad del problema para tener una radiografía del mismo, con mayor fidelidad y el menor sesgo posible en la comprensión de los procesos sociales.
Se considera la aplicación del modelo cualitativo ya que se persigue, dentro de un escenario práctico, un conocimiento cuya relevancia tenga carácter general; que se hagan visibles tanto los procesos como las perspectivas de los actores de la institución. Igualmente se busca tener acceso a la aproximación hacia un modelo para evaluar el currículo del Seminario Nuestra Señora del Pilar de Barinitas que tiene como intencionalidad teórica formar sacerdotes según las exigencias de la sociedad actual.
Con relación al diseño corresponde a una investigación Documental y de campo. Es documental porque la información recolectada, en una primera instancia, corresponde al análisis de contenido del Diseño curricular del Seminario y es de campo porque, la situación objeto de estudio surge de la realidad y la información se obtiene directamente de ella.
UPEL (2003), dice que se entiende por investigación de campo, el análisis sistemático de problemas de la realidad, con el propósito bien sea de describirlos, interpretarlos, entender su naturaleza y factores constituyentes (p. 14).
Arqueo Bibliográfico
Arrendano, Víctor. Planeación y Calidad de la Educación Superior. Rev. Reforma y Utopía. Año 1991; 5: 120-170.
Castro Pereira, Manuel (1984). La evaluación curricular, aproximación a un modelo. 2a Edición. Ediciones ATAI, SRL. Caracas. P. 1-103.
Díaz Barriga, A. (1991). Ensayos sobre la problemática curricular. México: Trillas.
De la Torre, S. (1991). Modelo transaccional de la creatividad. En: Aplicaciones educativas (pp.152-160). España:
Delors, J. Formar a los protagonistas del futuro. En revista correo de la Unesco. Abril, 1996.
Hernández, Maritza; Oñate, Nancy y Bárraez, Carmen. Validez Interna del Diseño Curricular, Régimen Anual, de la Escuela de Medicina Valencia. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo. Revista Salus. 1998; 2: 1217. Valencia-Venezuela.
Juan Pablo II (1992). Pastores Dabo Vobis. Disponible en: www.vatican.va/.../pcal/ documents/rc_cbishops_pcal_20090217_ formacion sacerdotal_sp.html. Consultado; 2011, enero 20.
Miranda Gonzalo. Identidad y formación sacerdotal: algunas reflexiones en: www.cisoc.cl/html/abri01.html. Consultado 2011 Enero 21
Miranda Gonzalo. Nuestros futuros sacerdotes. Ed. Cisoc-Bellarmino. Chile 2000
Morín, Edgar. Introducción al pensamiento complejo. Editorial Gedisa. España., 1995.
Salcedo, Gisela. El rol de la planificación educativa en un proceso de evaluación institucional. Rev. de Pedagogía. 1993; XIV: 40-45.
Sampieri (2003). Metodología de la investigación. Ciudad de México: Mc Graw Hill.
Sandín, E. (2003). Investigación cualitativa en educación. Fundamentos y tradiciones. Caracas: Mac Graw Hill.
Universidad Pedagógica Experimental Libertador (2006). Manual de trabajos de grados de especialización y maestría y tesis doctorales. (4ª. ed.). Caracas: FEDUPEL.
No hay comentarios:
Publicar un comentario